Desde joven, José Antonio Madrigal sentía un especial interés por el mundo financiero. Eso le llevó a investigar intensamente las profundas relaciones que existían entre la psicología y el control de la actividad bursátil. Estudió y aprendió de las obras de los grandes especialistas en ambas disciplinas. Concluyó que debía ser él mismo quien hallara su propio método para invertir en bolsa. Así, definió los tres aspectos en los que debía basarse su metodología de trabajo:
A partir de estos tres pilares, desarrolló toda la filosofía que define su trabajo en el mundo financiero.
José Antonio Madrigal cree que el ego es el peor enemigo de los inversores y el responsable de que el 95% de ellos pierda en bolsa. La necesidad de sentir satisfacción de sus acciones suele impulsar a los accionistas a vender un valor en cuanto sube un poco; y de modo contrario, el miedo a aceptar la derrota, provoca que acumulen valores con pérdidas durante años. José Antonio Madrigal piensa que con esta estrategia es imposible ganar ya que, por ejemplo, si un valor sube un 10% y se vende mientras otro baja un 50% y se conserva, las pérdidas siempre serán mucho mayores que las ganancias.
Cuando José Antonio Madrigal empezó a ver el mercado desde esta perspectiva se planteó el reto de descubrir cómo actúa el 5% de inversores que gana en bolsa.
En primer lugar, José Antonio Madrigal observó cómo las personas de sus círculos cercanos seguían una estrategia muy común y poco lógica: compraban cuando las acciones bajaban y vendían rápidamente cuando subían. Esta estrategia les llevaba a perder sistemáticamente.
A los 20 años, José Antonio Madrigal aplicó la lógica al razonamiento bursátil y concluyó que, cuando una acción está más cara que nunca, todos los inversores que la tienen están ganando (son ese 5% de inversores exitosos). Por lo tanto, esas eran las acciones que también él debía comprar.
La tercera clave del método de José Antonio Madrigal es la Gestión del Riesgo, que le permitió reducir sus pérdidas a niveles lineales mientras sus ganancias se elevaban por encima de ellas de forma exponencial. Determinó pautas para diversificar los valores de una cartera, ajustar volatilidades, definir riesgos por operación y globales de cartera, fortaleciendo así lo que ahora es una metodología sólida tanto para operaciones positivas como negativas.
Hoy en día, José Antonio Madrigal es uno de los mejores operadores de Europa. Prueba de ello es el premio IAIR Awards a la Excelencia en la gestión de riesgos que recibió en 2013 en la Bolsa de Milán, así como el hecho de ser uno de los ocho inversores elegidos para aparecer en el libro “Market Warriors” (2016), junto a figuras de la talla de Tom Dorsey o Jim Rogers.
Además, Madrigal maneja fondos en el mercado tecnológico Nasdaq NASDAQ y en NYSE y, gracias a su metodología, ha obtenido rentabilidades impensables para la mayoría de inversores.